Las especulaciones y la curiosidad se han disparado entre los aficionados ante los rumores sobre la posible mudanza de Meghan Markle y el príncipe Harry a la ciudad de Malibú, repleta de estrellas.
En medio de los continuos rumores sobre el estado de su matrimonio, la pareja parece estar contemplando un emocionante cambio de aires. El atractivo de unirse a la elitista lista de famosos que consideran Malibú su hogar, entre los que se encuentran Simon Cowell, Cher, Lady Gaga, Leonardo DiCaprio, Miley Cyrus y Charlize Theron, es innegablemente atractivo para la pareja, que busca un nuevo comienzo lejos de los focos de sus anteriores vidas reales.
Enclavada a lo largo de la impresionante costa de California, Malibú ofrece una exclusiva comunidad residencial con impresionantes vistas y una sensación de privacidad y seguridad que Meghan y Harry han estado anhelando desde su traslado a EE.UU. en 2020. Los rumores sugieren que la posible casa que les llama la atención está situada cerca de la residencia de Leonardo DiCaprio, lo que aumenta la emoción de posibles encuentros con estrellas y encuentros fortuitos con las estrellas A de la industria cinematográfica mientras toman café en los cafés locales o pasean por las playas de Malibú bañadas por el sol.
Aparte del pintoresco paisaje, personas con información privilegiada revelan que la ambición de Meghan de perseguir sus sueños en Hollywood es un importante factor impulsor de la posible mudanza. Los informes sugieren que “la consideración de la mudanza llega cuando Meghan está cambiando de marcha y regresando a Hollywood con WME”. El atractivo de estar cerca de Beverly Hills y Los Ángeles, donde se cierran los tratos, se suma al atractivo. Además, el ambiente de Malibú es conocido por sus oportunidades para establecer contactos, donde las grandes estrellas A, los productores y los ejecutivos se reúnen para cenas y fiestas en la playa.
Aunque la mudanza puede estar impulsada principalmente por las aspiraciones de Meghan en Hollywood, también presenta nuevas oportunidades para el príncipe Harry, que ha estado explorando aventuras fuera de la familia real. Un cambio de ubicación podría abrir las puertas para que ambos persigan sus pasiones e intereses individuales.